Ben y Sheere son dos
hermanos gemelos cuyas vidas tomaron caminos distintos tras su
nacimiento: ella ha seguido una vida errante junto a su abuela, Aryami
Bosé, y él ha pasado su infancia en un orfanato. Ambos se reencuentran cuando
están a punto de cumplir los dieciséis años: juntos tienen que evitar caer en
manos de Jawahal, un diabólico espectro. Para ello los jóvenes contarán con la
ayuda de la Chowbar Society, entidad formada por Ben y otros seis huérfanos que
se reúnen en el Palacio de la Medianoche y que se han prometido ayuda y
protección en toda circunstancia. Por la Calcuta de 1932 discurren unas
pesquisas que les llevarán a transitar por los laberintos de viejas historias
familiares y que les conducirán hasta las ruinas de la vieja estación de Jheeter's
Gate, en donde deberán rendir cuentas con el pasado.
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Leer el primer capítulo.
Lee un fragmento:
"Recuerdo aquella mañana de mayo como el primer signo de la tormenta que se cernía sobre nuestros destinos inexorablemente, tramándose a nuestras espaldas y creciendo a la sombra de nuestra completa inocencia, aquella bendita ignorancia que nos hacía creer merecedores de un estado de gracia propio de aquellos que, al carecer de pasado, nada deben temer del futuro. Poco sabíamos entonces que los chacales de la desgracia no corrían tras el infortunado Thomas Carter. Sus colmillos ansiaban otra sangre más joven y teñida del estigma de una maldición que no podía ocultarse ni entre la multitud que se coagulaba en la algarabía de los mercados callejeros ni en las entrañas de ningún palacio sellado de Calcuta. Seguimos a Ben hacia el Palacio de la Medianoche en busca de un lugar secreto donde escuchar lo que tenía que decirnos. Aquel día, ninguno de nosotros albergaba en su corazón el temor a que, tras aquel extraño accidente y aquellas palabras inciertas pronunciadas por los labios besados por el fuego de nuestro rector, pudiera medrar mayor amenaza que la de la separación y el vacío hacia el cual las páginas en blanco de nuestro futuro parecían conducirnos. Debíamos aprender todavía que el Diablo creó la juventud para que cometiésemos errores y que Dios instauró la madurez y la vejez para que pudiéramos pagar por ellos." (pp.129-130)
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