Eliacer Cansino nos ofrece una historia llena de misterio en torno a Las Meninas. Nicolás Pertusato, en primera persona, cuenta su vida, su llegada a la corte madrileña, sus avatares y, sobre todo, su relación con Diego Velázquez.
Nicolás, pese a su condición física, por su inteligencia y dotes de observación, se va haciendo un sitio y es el muchacho que aparece retratado en Las Meninas, con el perro al lado. El niño, de pequeño, aprendió a recitar versos de La Divina Comedia, sobre todo del Infierno y ahí se centra el misterio.
Velázquez parece que hizo algún pacto con un tal Nerval, un personaje siniestro que gusta de escuchar estos versos del Infierno y, sólo a la muerte del maestro, descubre Nicolás la verdad. Averigua de esta manera por qué alguien pintó la Cruz de Santiago en el pecho del pintor y, sobre todo, que la esperanza ha de dejar atrás a las tinieblas. Así lo entiende el muchacho que cumple 16 años cuando acaba la historia, aunque él se siente mucho mayor.
El libro se organiza en capítulos breves que son los cuadernos de Nicolás; está escrito con un estilo ágil, respeta la realidad histórica, aunque añade notas de misterio que son las que aportan el ingrediente mágico que tanto ayuda al relato.
Excelente reivindicación del personaje del bufón al que Velázquez tanto defendió.
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Educarm
Museo del Prado