Na semana polo bo
trato e contra a violencia de xénero invitámosvos a descurbir cómo unha muller
tivo que loitar en Xapón durante a Idade Media.
Chikako nació con la
suerte, o la desgracia, de ser bellísima. Desde que eran recién nacida, destacó
sobre los demás bebés y eso, en una familia de campesinos pobres, fue visto por
sus padres como un gran potencial. Por eso Chikako fue cuidada como si de una
princesa se tratara.
A Tomiko, su hermana
mayor, le pasó justo lo contrario: nació fea y, además, con una mancha de
nacimiento en el cuello. Sus padres la menospreciaron toda su vida y la
trataron fatal. Lo único bonito en la vida de Tomiko fue su hermana Chikako.
Podría pensarse que sentiría envidia de ella pero nada más lejos de la realidad
pues, desde el mismo día del nacimiento, entre ambas hermanas nació una
relación muy especial.
Cuando era una niña,
Chikako fue prometida en matrimonio a Shozo Masashi, un rico comerciante que
buscaba las muchachas más bellas del país. Pero hasta el pueblo llegaron los
rumores sobre su crueldad y, queriendo evitar a su querida hermana su trágico
destino, Tomiko huyó de casa de sus padres en busca de la forma de liberarla.
Desfallecida, llegó a una
cueva donde conoció a un ser mágico quien le dio la fórmula para liberar a su
hermana de la promesa. A cambio, sólo le pidió que le entregase el hombre del
que se enamorase. Tomiko, convencida de que ningún hombre la querría por su
fealdad, accedió a ello. La joven fue entrenada por un sabio maestro para
convertirse en samurái. Con la ayuda de otro ser mágico, se puso una coraza que
le hacía parecer un hombre. Fue así como surgió el samurái del dragón, de cuyas
hazañas pronto se hablaría en todo el país…
Reseña en El
universo de los libros
Crítica en El
templo de las mil puertas
Reseña del la autora y
obras en la web de la editorial Planeta
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