“Vivir. Tal vez no resulte tan difícil, Tal vez sola haya que mirar adelante. Quizás se trate de ir llenando poco a poco los segundos, cargándolos de pequeños actos.” Rafael Salmerón.
En Hiroshima, en el año 1945, Ichiro y Masuji
juegan en las calles de la ciudad momentos antes de caer la bomba atómica. En
la Hiroshima actual, Sakura, una adolescente con una deformidad en la mano,
sobrevive a las burlas de sus compañeros de clase y a la incomunicación
familiar, piensa que su madre no la quiere y a su padre, absorbido por el
trabajo, apenas lo ve. Aiko, una amiga virtual, vive en otra ciudad y no es
fácil que lleguen a conocerse. Su verdadero deseo es convertirse en dibujante
de manga, aunque sabe que eso nunca sucederá. Pero la vida de Sakura da un giro
cuando se cruza con el pequeño Tetsuo y con un anciano superviviente del
bombardeo de Hiroshima que guarda un gran secreto.
Después de la lectura nos queda un buen sabor de boca, nada empalagoso, donde la amistad, la culpabilidad, la aceptación de nosotros, el saber perdonar a los demás y a uno mismo nos muestra que no somos perfectos, pero que debemos aprender vivir como somos y, sobre todo, que a todos nos ocurre lo mismo.
Entrega premios Anaya (min 6:30') Entrevista con el autor durante la pandemia
Empezar a leer.
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