En este libro, la autora desgrana la vida de los inmigrantes en las calles del Brooklyn de principios del siglo XX, cuando aquella zona estaba muy lejos de ser el barrio chic y de moda en que se ha convertido en la actualidad, y era en cambio el lugar de residencia de masas de recién llegados a un mundo en el que esperaban que sus sueños se hiciesen realidad.
La protagonista del libro es Frances Nolan, una niña que crece en un entorno difícil pero que manifiesta una fuerza para sobrevivir fuera de lo normal. Desde pequeña, cuando muchos pronosticaban una pronta muerte dado su aspecto frágil y enfermizo, Francie demuestra ser una persona llena de vida e inquietudes. Apasionada de los libros, dotada de una imaginación asombrosa -lo que se manifiesta a su vez en una marcada vocación de escritora-, y amante fervorosa de la escuela, Francie se irá educando junto a una madre luchadora, Katie, que trabaja a destajo para sacar a su familia adelante; un hermano al que adora, Neeley; y un padre, Johnny, sumamente encantador pero demasiado aficionado a la bebida y sin trabajo fijo. En esta familia son las mujeres las verdaderas fuerzas que soportan la dureza de la vida cotidiana, son los pilares de su supervivencia, y ello se demostrará una y otra vez a lo largo de la historia de los Nolan.
Francie es tan fuerte como un árbol. Para la autora, la niña (que podría ser un alter ego de ella en su propia infancia, pues se ha dicho del libro que contiene unos marcados rasgos autobiográficos) puede compararse a esos árboles que crecen en los lugares más inhóspitos para erguirse soberbios hacia el cielo:
"Un árbol crece en Brooklyn. Algunos lo llaman el árbol del cielo. Caiga donde caiga su semilla, de ella surge un árbol que lucha por alcanzar el cielo. Crece en solares delimitados por tablas entre montones de basura abandonada. Es el único árbol que crece en el cemento. Crece exuberante...sobrevive sin sol, sin agua, hasta sin tierra, en apariencia. Podríamos decir que es bello, si no fuera porque hay tantos de su misma especie."
Junto a Francie y Katie, son las mujeres las verdaderas protagonistas de la novela. Entrañable es el personaje de la tía Sissy, una mujer muy poco convencional y maltratada por la vida, pues había dado a luz varios niños que murieron al poco tiempo de nacer. La relación entre Francie y su tía es muy especial, y Sissy nos aparece como una persona llena de ternura, enamorada de la vida y de los hombres, y por ello mismo muy criticada en su entorno, incluso por su propia familia.
La novela de Betty Smith, publicada en 1943, no tardó en convertirse en un best-seller. Miles de personas se vieron identificadas en los personajes de la historia. Los inmigrantes, los pobres, eran los verdaderos protagonistas. Y, junto a ellos, se ensalzaba el valor del esfuerzo y la educación como instrumentos de cambio que podían marcar el futuro de las personas. Por otro lado, la autora critica los convencionalismos sociales y la cerrazón de una sociedad que, afortunadamente, estaba empezando a cambiar gracias, entre otras cosas, a la extensión de la educación gratuita, que alcanzará a casi todas las clases sociales. Es pues un fiel retrato de la vida en la Nueva York más desfavorecida de principios del siglo pasado. De ahí su rotundo éxito nada más ser publicada.
Gracias a Elena en Perdida entre libros
2 comentarios:
Muchas gracias Eloy, he entrado en la web de tu obra y parece muy interesante.
Eres muy valiente para empezar de esta manera tu camino de escritor.
Te deseo toda la suerte del mundo y que sigas escribiendo.
Un saludo.
Al principio me costó meterme en materia, probablemente por mi culpa, no estaba yo en mi mejor momento, pero poco a poco la historia "fluía" de forma pausada y me encontré bajo ese árbol con un libro entre las manos, observando a los vecinos... en el papel de Frances.
Delicado pero con ese sabor agridulce de los deseos incumplidos.
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