Este año las jornadas literarias del Concello de Neda nos presentan e invitan a descubrir a un autor imprescindible tanto en la literatura rusa, en concreto, como en la literatura universal.
El Jugador, aunque corta, obra maestra de Fiodor Dostoievski fue escrita sólo en menos de un mes y al mismo tiempo que Crimen y castigo. En ella el autor nos presenta sus convicciones pesimistas. Su propio dolor es la fuente de su inspiración literaria. Retrata a unas clases sociales inamovibles, refleja que el carácter personal no se puede cambiar; los individuos están determinados por los acontecimientos, el azar juega un papel esencial en la vida humana.
Alexei, el protagonista, es el preceptor pobre, noble y honrado de la familia del general Zargoryansky. Está enamorado de su hijastra Polina, pero no se atreve a confesar sus sentimientos. La catástrofe se produce cuando la tía del general pierde su fortuna en el casino en pocas horas y Zargoryansky ve alejarse sus esperanzas de heredar, quedando sumido en la desesperacióm.
Alexei juega compulsivamente a la ruleta y gana una fortuna, que luego pierde con la misma indiferencia con que amontona los billetes sobre el verde tapete. No es el único incapaz en controlar sus emociones. "Si pudiera dominarme durante una hora, sería capaz de cambiar mi destino", piensa mientras resuelve acudir al casino.
Es muy conocido que el escritor ruso sentía una irrefrenable pasión por el juego, que le condujo a contraer elevadas deudas y le obligó a abandonar su país, por miedo a la cárcel. Pero esta magistral y brillante narración de Dostoievski es mucho más que un retrato de la pasión por el juego, como pretendía explícitamente el escritor ruso. La obra arroja una penetrante mirada sobre las interioridades del carácter ruso, contrapuesto al francés y al alemán, encarnados por dos personajes: De Grillet, un cínico e implacable prestamista, y Astley, un próspero y generoso millonario.
Dostoievski no realiza un juicio moral sobre las conductas de sus personajes. Los describe y los comprende. Y, en cierta manera, los justifica porque son como él: nada se puede contra la mala suerte, una filosofía hondamente arraigada en el pueblo ruso.
Vía PEDRO G. CUARTANGO
Cómo escribió la novela.
Reseña en Lecturalia.
Podemos leerla online
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